Una preocupante tendencia reapareció en las calles y rutas argentinas: el aumento del consumo de alcohol como responsable de los accidentes de tránsito. Después de varios años de controles de alcoholemia, la incidencia de la bebida en las lesiones automovilísticas volvió al nivel elevado de 2003. Según el último relevamiento de la Sedronar, el consumo de alcohol estuvo presente en el 22,5% de los accidentes de tránsito.
Eso implica un porcentaje similar al del sondeo realizado hace una década, según el cual el 22,8% de las víctimas atendidas en las salas de emergencia tras un choque evidenciaban el consumo de alcohol. Entre una y otra encuesta, el Observatorio Argentino de Drogas realizó sondeos que habían mostrado una disminución de casos en 2005 (17,3%), 2007 (20,7%) y 2009 (18,2%). La curva de accidentes por culpa del alcohol alcanzó ahora el pico de 2003.
Los investigadores de la Sedronar (organismo en el cual aún no fue designado el reemplazante de Rafael Bielsa) desarrollaron la encuesta entre el 5 y el 11 de noviembre pasado. Fue elegido un hospital público de cada capital provincial y se analizaron las causas que derivaron en 12.898 casos de atención en las guardias de emergencias. Los pacientes que llegaron tras un accidente de tránsito fueron 1777; la presencia de pacientes aumentó durante el fin de semana. Se consultó tanto al paciente como al médico para determinar si el alcohol había tenido relación con la derivación al hospital.
Ese sondeo permitió visualizar parte del problema, ya que los especialistas en adicciones comentaron que varias de las víctimas de accidentes de tránsito pueden no contar con un historial de consumo de alcohol y, no obstante, haber sido lesionadas por un conductor ebrio.
Sin embargo, se acepta que la medición oficial sirve para graficar el repunte en el consumo de alcohol y el aumento de sus consecuencias sobre terceros. Por ejemplo, en los casos de atención de emergencia por situaciones de violencia la presencia del alcohol en los pacientes alcanzaba al 48 por ciento.
La incidencia del alcohol también aumentó en otros tipos de accidentes, como los laborales (pasó de 4,3% en 2009 a 5,9% en 2012) y los caseros (de 8% a 12,5%). Esos indicadores indirectos apuntalan el convencimiento de los especialistas de que hay un mayor consumo de alcohol desde 2009.
Ese crecimiento se registra en todas las franjas de edad, y se toma en cuenta en especial que el 33% de los pacientes que ingresaron en las salas de emergencia por accidentes en los que el alcohol estuvo presente tienen entre 16 y 25 años.
Justamente fueron jóvenes los involucrados en las últimas semanas en casos mortales de accidentes de tránsito en los que los conductores habrían estado alcoholizados. En esos casos, la Justicia divide su doctrina entre considerar los casos como homicidio culposo agravado por la imprudencia o negligencia del conductor y considerar incluso un atenuante no haber tenido control racional sobre las acciones. «Para la ley vigente, conducir con un nivel de alcohol superior al permitido no es un agravante», indicó el diputado nacional Gerardo Milman (GEN-FAP), que la semana pasada presentó un proyecto de ley para aplicar una mayor pena en los casos de homicidios cometidos por conductores ebrios.
Más allá del castigo, una de las formas de prevenir estos accidentes se apoyó en los controles de alcoholemia. A comienzos de este año, el Ministerio del Interior y Transporte difundió su estimación sobre la toma de conciencia por parte de los conductores al indicar que en los primeros 15 días de 2013 sólo había dado positivo el 5% de los 11.000 conductores controlados.
Las autoridades porteñas también reseñaron el menor número de infractores en los 160.000 controles de alcoholemia efectuados en 2012. Para el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, esos chequeos al azar permitieron bajar un 8,4% las muertes en accidentes de tránsito.
En cambio, organizaciones de la sociedad civil como Luchemos por la Vida advirtieron que hay menos multas para conductores en estado de ebriedad porque bajó la cantidad de controles en todo el país.
Un proyecto que estipula la tolerancia cero de alcohol en sangre para los conductores fue presentado en las Legislaturas bonaerense y porteña por los diputados Mauricio DAlessandro (Unión Celeste y Blanco) y Daniel Amoroso (Confianza Pública), respectivamente, con el fin de reducir la cifra de accidentes viales.
(Fuente: La Nación y Tiempo de Seguros)
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