Según la Organización Mundial de la Salud en un reciente informe sobre la Seguridad Vial Mundial 2013 y en apoyo “al decenio de acción” indica que las lesiones causadas por el tránsito son la octava causa mundial de muerte, y la primera entre los jóvenes de 15 a 29 años. Las tendencias actuales indican que, si no se toman medidas urgentes, los accidentes de tránsito se convertirán en 2030 en la quinta causa de muerte.
Cada año se producen en todo el mundo aproximadamente 1,24 millones de muertes por los mal llamados accidentes de tránsito (mejor dicho siniestros viales o hechos viales por ejemplo), y la situación ha cambiado poco desde 2007. Sin embargo, esta estabilización debe examinarse en el contexto de un aumento mundial del 15% en el número de vehículos registrados, lo cual indica que las intervenciones para mejorar la seguridad vial mundial han mitigado el aumento previsto del número de muertes.
El número anual de muertes por accidentes de tránsito no ha aumentado en los últimos 3 años, pero 1,24 millones sigue siendo una cifra inaceptablemente elevada. La Región de África es la que tiene la mayor tasa de mortalidad por accidentes de tránsito.
La mitad de los fallecidos por accidentes de tránsito son peatones, ciclistas y motociclistas. La mitad de las muertes mundiales por accidentes de tránsito corresponden a peatones (22%), ciclistas (5%) y motociclistas (23%), los llamados “usuarios vulnerables de la vía pública”.
Sin embargo, los grupos que corren mayor riesgo varían de forma significativa en función de la región y de los ingresos de los países. En la Región de África, donde mucha gente se desplaza caminando o en bicicleta, los peatones representan una elevada proporción de las muertes (38%).
En cambio, en los países del Pacífico Occidental, donde los ciclomotores son un medio de transporte muy utilizado, el 36% de las muertes por accidentes de tránsito afectan a ocupantes de vehículos motorizados de dos o tres ruedas.
Está demostrado que la adopción y observancia de leyes integrales sobre los factores de riesgo fundamentales (exceso de velocidad, conducción bajo los efectos del alcohol y no utilización del casco de motociclista, del cinturón de seguridad y de sistemas de retención para niños) ha reducido las lesiones causadas por el tránsito. Las campañas de comunicación social para mantener entre el público la percepción de que hay que cumplir esas normas son esenciales para que estas resulten eficaces.
Más allá de todo tipo de estadísticas es importante saber que, sea la región o país que sea, en el caso de los conductores de automóviles, cuando nos subimos a éstos, a veces no somos realmente conscientes de lo que vamos a realizar. Conducir es un acto que implica un riesgo y en el que entran en juego muchos factores, entre ellos la vida de las personas.
Hay muchos detalles que diferencian a un buen conductor, pero incluso la persona más experimentada al volante debe tener siempre en mente algunas cosas antes de salir a las calles o rutas. El conjunto de estos factores determinan la seguridad vial.
Existen lo que se llaman agentes condicionantes, que influyen de forma decisiva en una conducción segura y debemos tener en cuenta. Son el alcohol, las distracciones, la meteorología, el estrés, el sueño o la velocidad, etc. Algunos de estos condicionantes los tenemos en cuenta en la mayoría de ocasiones, pero otros como la meteorología, que si no es extrema a veces la ignoramos, llega a costar muchas vidas en las rutas o calles de nuestro país.
Otro detalle que debemos tener en cuenta para disfrutar de una conducción segura a la hora de salir a conducir es la puesta a punto del vehículo, o lo que es lo mismo pasar las revisiones pertinentes, para que el automóvil no de problemas.
Así como en caso de llevar a los más pequeños a bordo, llevarlos bien sujetos siguiendo la normativa general, utilizando los dispositivos adecuados en cada ocasión. No se puede dejar de señalar que debemos ante todo tener conciencia general de lo que significa conducir, de lo que representa para nosotros y para los demás salir a las calles o rutas.
Y es que a veces nosotros podemos estar seguros de lo que hacemos, pero en otras tantas la culpa del accidente de tránsito (recordemos mal llamado accidente de tránsito, mejor dicho siniestro vial) o del problema llega por terceras personas.
De ahí la importancia de concientizar a la sociedad sobre la importancia de la seguridad vial y poner todos los medios posibles para la educación y la prevención de estos siniestros de tránsito. En definitiva, hay que conducir con seguridad y con respeto, por nosotros mismos, por nuestros seres queridos y por la vida de cada persona que se nos cruza en el camino.
(Fuente: Programa 100% Seguro)
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